A veces hay cosas que se nos escapan sin darnos cuenta. Por eso vale la pena estar atento, preguntarse y sorprendrese, y no resignarse a pensar que pase lo que pase "es de ellos".

martes, 28 de julio de 2009

Gatito de verano (Summercat)


Hace unos años las bicicletas eran para el verano (cuánto daño hizo Verano Azul), al igual que las canciones, las tapas, los parques acuáticos o las reposiciones de series y películas míticas (mi top 3: Punky Brewster, Loca Academia de Policía, 3 estrelles).

Parémonos en la música. La canción del verano nos invadía cada mes de mayo para quedarse hasta septiembre, casi como las medusas. Esos hits (ahora se les llama poli tonos o tonos reales…cosas del siglo XXI) aparecían en los auténticos motores de creación de éxitos de la industria patria: las radios, los recopilatorios (Bolero Mix, Ibiza Mix, Blanco y Negro Mix, Currupipi Mix y todo lo que se os ocurra con “mix”), los bolos por toda la geografía española, y las (afortunadamente extintas) galas en televisión. Esos hits contaban con un dueño fijo (o unos cuantos) como Georgie Dann o King África y con un estilo muy definido (temas latinos, bailongos y con coreografías propias).

Pero eso ha cambiado amigos. Vivimos en el mundo del vocoder, del sintetizador, del electro-techno-house-dance-eurobeat-indie-latino-progresivo (no os perdáis esta guía útil por los estilos musicales). Es decir, un mundo en el que chicas y chicos con un ordenador y un par de programillas de producción musical (os habréis fijado en que no se exige buena voz…Autotune hace milagros) crea el temazo del verano. Cancionzacas como Infinity de Guru Josh Project (eso sí que es ser un crack, hace una canción hace 20 años, la relanza ahora y vuelve a triunfar…¡es el timo de la estampita musical!), el divertidísimo y desternillante She wolf de Shakira (¿Porqué maúlla como una gata en celo? ¡Ah! ¡Que es un lobo!) o la pesadilla de Carlos Baute, Marta Sánchez y las rebajas, se disputan un lugar que ya tiene dueño. Y por una vez, y sin que sirva de precedente, es una canción que durará un verano y un otoño. Incluso quizá un invierno…y ¿porqué no? Unos cuantos años. Summercat de Billie the Vision and the Dancers. No me curraré una descripción a lo American Psycho (os recomiendo el libro) pero esta canción es buena. No sé si es genial, si los arreglos son increíbles, si la letra es emocionante (en principio es un tema triste…los “summercats” son los gatos que la gente se compra en verano y abandona en cuanto se va el solecito), si el videoclip es un espectáculo audiovisual…no sé nada. Sólo conozco un poco de la historia de Billie (iba para futbolista pero como le tiraban más los hombres que las mujeres no le dejaron progresar…) y que aunque esa musiquilla no sea mi estilo, el estribillo (“tonight, tonight, tonight, tonight, I wanna be with you tonight” y así unas cuantas veces) se pega, es alegre, es divertido, es fresco, es diferente y sobre todo: vende. Vende cervezas. Y un estilo de vida. Somos mediterráneos, y quién mejor que un sueco para convencernos de ello. Por eso me encanta la publicidad. Porque por fin alguien nos dice que hacerse el sueco es muy nuestro (y no es Alfredo Landa).

viernes, 3 de julio de 2009

Wire to the ear -cable al oído-.


Escuchando por la calle (con mi mp3) una canción de un artistazo llamado The Horrorist (un dj y productor capaz de meter en un mismo CD electro, electropop, techno y terrorcore) llamada “Wire to the ear”, me di cuenta de que en muy poco tiempo unos aparatejos nos han cambiado el paisaje y en cierta manera la vida. Del walkman al discman y de ahí al mp3 (¿¿porqué empezaron con el mp3?? ¿¿Y el mp2?? ¿Serán aquellos de pantallita monocromática, que iban a pilas y que llevaban el usb integrado?), hemos ido convirtiendo nuestros bolsillos en los contenedores de bandas sonoras para el día a día. Y pensar que mi abuela lleva 30 años con cara de desconfianza (sí, los sordos desconfían de todo, son como esos amigos que siempre preguntan “¿habláis de mi??) porque tiene que llevar un auricular para su sordera…Y yo en cambio lo llevo porque quiero y posiblemente gracias a ello, también seré sordo. Cosas del destino. Pero hace unos días me dejé el mp3 (por muchos vídeos que pueda reproducir, sigue siendo un mp3) y tuve que andar un ratito… ¡El mundo es diferente! Oyes el sonido ambiente, los coches que vienen, los niños de un cole, los pajaritos cantando (bueno en Barcelona eso no se oye…si a caso un “Serveza-Beer”). Se oye vida. Se calma el ritmo de la caminata (lo he comprobado, camino al ritmo de la música), se va más tranquilo, se está más atento a los estímulos exteriores… Un cambio radical. Pero no pienso dejar de utilizar mi mp3. Porque también es increíble crear bandas sonoras que cambian escenarios, imaginar tu videoclip a cada paso que das, observar el mundo desde una óptica distinta gracias a la música que escuchas (es muy divertido pasar por una plaza repleta de gente mayor y oír algo de electrónica…una sesión de Dave Clarke por ejemplo. Risas aseguradas.). Así que 30 años tras el nacimiento del Walkman (¡Innovación pura y dura!), y tras los discmans, minidiscs (sí, sí, nadie los recuerda pero existieron) y los transistores para oír el Carrusel Deportivo, los mp3 (o 4 o 5 o los que vengan) han tomado su sitio en nuestro bolsillo…y nuestras orejas.

jueves, 2 de julio de 2009

Ya no “es de ellos”


Desde hoy, y debido al apagón tecnológico y la llegada de la TDT, hemos empezado a perder una frase con la que hemos convivido desde pequeños: ES DE ELLOS. Sí, durante años los problemas de las televisiones españolas se han solucionado de una única manera –a golpes- pero por alguna extraña razón algunos desperfectos de nuestros aparatos (los de televisión), algunas incidencias como niebla, lluvia, nubes (a lo Pedro Piqueras) o interferencias no tenían arreglo posible. Y todo por una causa misteriosa de origen bien definido: “es de ellos”. Casi nada. Nunca 3 palabras habían dicho tanto. 9 letras (11 con espacios) que nos transportan a un universo de complots, conspiranoias e intrigas maquinadas por unos seres desconocidos: ELLOS. Los que cortaban la emisión cuando Alf iba a soltar una de sus burradas. Los que creaban interferencias entre Jordi Hurtado y las batallas del gran Son Goku (hasta el punto que uno se imaginaba: ¡qué lucha más guapa! ¡El Goku este no le supera la Calculadora Humana ni con 20 kamehames!). ELLOS, los que hacían desaparecer entre neblinas las tragadas de Zubi en mundiales y eurocopas cada 2 años. En definitiva, ELLOS son los causantes de que cada televisión se haya ahorrado unos cuantos golpes laterales (porque cuando es de ELLOS dejamos de dar puñetazos a nuestra tele, contra ese enemigo implacable no hay porrazos que valgan…ELLOS son demasiados y lo saben todo de nosotros). Pues desde hoy ha empezado el principio del fin de ELLOS. O por lo menos tendrán que buscarse otras ocupaciones como revivir a Michael Jackson y Elvis Presley (¿vaya dueto no?) o anunciar el fin del mundo cada dos semanas. Vamos que ELLOS tendrán que buscarse algo que hacer con tal de no pasar a engordar las listas del paro. Lo que sería un poco paradójico (pero no por ello menos divertido) es que de golpe ELLOS encontrasen trabajo instalando antenas de TDT. Porque está claro que la nueva televisión digital terrestre no tendrá fallos que nos jodan el capítulo de House ni los partidos de la Sexta… ¿verdad?