A veces hay cosas que se nos escapan sin darnos cuenta. Por eso vale la pena estar atento, preguntarse y sorprendrese, y no resignarse a pensar que pase lo que pase "es de ellos".

martes, 18 de agosto de 2009

Coca-Cola patrocina: Tu felicidad



Acaba de aparecer el “Informe Coca-Cola de la felicidad”. Por supuesto se trata de una noticia de verano (en invierno parece que pasan más cosas, los sucesos también se merecen unas vacaciones…o como mínimo los que nos informan de esos sucesos), una reseña que las marcas y los redactores de verano se afanan en colocar en la agenda setting de los medios.
Según este informe (una muesca más en la lista de acciones de branding de la compañía americana) los catalanes y catalanas de entre 26 y 35 años, con pareja, que viven en familia, ganan más de 20.000€ y con una bonita infancia, son las personas que viven más felizmente en nuestro país. Los madrileños de más de 35, sin pareja, que ganan menos de 20.000€, con una infancia complicada y que encima beben Pepsi, escuchan la COPE y son del Atlético de Madrid se declararían como “poco felices”, es decir, un sinónimo de “totalmenteputeadoporlavida”.
Supongo que lo más importante para ser feliz, además de todos estos elementos, debe ser beber Coca-Cola ¿no? Este informe cuenta con la supervisión del genial Punset (un experto en felicidad) y lo realiza el Instituto Coca-Cola de la felicidad. Una marca de bebida gaseosa, no recomendada para algunos sectores de la población y que sirve para saciar una necesidad básica como la sed, se ha adueñado poquito a poco de algo que pertenece a cada uno sin ningún tipo de pudor. Coca-Cola patrocina nuestra felicidad, así como Axe lo hace con nuestro sex-appeal o Volvo con nuestra seguridad. Los valores de las marcas y su afán por potenciarlos, provocan acciones curiosas como este estudio que para mí tiene un momento de lucidez genial: “Los más felices dicen tener de su pareja sentimental admiración, apoyo, comunicación, compromiso, respeto, pasión y sexo regular, siendo también importante el sentido del humor.” ¿Sólo? ¿Quién recibe todo eso? Y lo que es peor: ¿Sexo regular? Es decir... ¿sexo normalito? ¿O sexo regularmente? Sea como sea, dejemos que las marcas patrocinen todo lo bueno que hay en la vida, eso significará que nuestros deseos se crearán en los departamentos de marketing y se podrán saciar comprando en el súper.

Una curiosidad: al escribir Coca-Cola, el corrector de Word (Microsoft, otra grande) me lo ha marcado como incorrecto. Mi primer intento ha sido “cocacola”, pero no, Word me ha puesto una línea de zigzag bajo la palabra. Me ha avisado: no vas bien, chaval. ¿Opciones? Coca-Cola (la marca registrada) o coca cola. Como no podía ser de otra manera, me ha picado la curiosidad… ¿Y si escribo “pepsi”? ¡Pues no! A Word pepsi le da igual, me da opciones como: peso, pesa, pese, papis o pipis (la verdad es que una Pepsi light sí que es un poco “meao de gato” pero de ahí a incluir pipis como sinónimo…). Y lo mismo sucede con fanta, bic, kleenex, photoshop, chupachups (que da como graciosa opción “chupachupa”) o seat. ¿Cuáles acepta y/o corrige? Algunos ejemplos son: Renault, Apple, Gillette, Movistar, Vodafone, Nokia o Sony. Y Microsoft, por supuesto. Al igual que Word, Excel, Windows, Outlook o Hotmail. ¿A qué se debe? ¿Es una especie de product placement? ¿A caso está menos aceptado kleenex que Apple? Eso, nunca lo sabremos amigos. Lo único que sabemos es que las marcas lo dominan todo. Tienen un poder (que se han ganado con años de trabajo bien hecho) y un valor único que ninguna crisis ni marca blanca les hará perder. Sed felices, es decir, saciad vuestra sed con Coca-Cola y seréis felices.

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